
31.5.07
19.5.07
Vigila quien llama.
¿Nunca les pasó eso de tener una idea maravillosa y totalmente innovadora para una historia, y luego se sientan en la computadora días enteros a escribirla y cuando finalmente la terminan, le comentan a algún confidente acerca de la idea que tuvieron (sin confesarle que ya está escrita) y entonces su escucha les dice “pero pelotudo, eso es igual a Scream”? ...¿no les pasó? Bueno, a mi tampoco, y además mirá que hay que ser pelotudo como para pensar que la historia de una película como Scream puede llegar a ser innovadora. Hablando de Scream, el otro día vi una película dirigida por el mismo director, Wes Craven, que se llama “Carnaval de Terror”, más conocida como no la mires a no ser que tengas ganas de agarrarte gangrena ocular.
17.5.07
Había una vez
Resulta que hay una horda nacional (por no decir mundial) de anoréxicas muriéndose ahorcadas por sus propias costillas mientras pasan sus últimos segundos de vida tirándole besitos a la foto de Cielo Latini que pegaron en la puerta de su heladera, y en los medios de comunicación te pasan cuarenta y tres informes sobre los desordenes alimenticios, las consecuencias que éstos pueden generar en el organismo, consejos sobre dietas sanas y testimonios de nutricionistas que aprueban DICHOS planes alimenticios. Ahora bien, en los mismos medios en los que intentan dar un mensaje ¿moralista? sobre la nutrición, te pasan cuarenta y tres informes sobre lo gorda, obesa y desagradable que está la ganadora de Gran Hermano.
Obviando las contradicciones quiero decir que en base a una exhaustiva investigación de contenidos televisivos y publicidades tanto gráficas como animadas, los pensadores de este blog (risas) han llegado a la conclusión de que ser gordo no sólo es un defecto sino que también es un pecado, asi que la próxima vez que vayan a la iglesia a confesarse no olviden remarcar esos kilos que han subido en este último tiempo para poder así recibir el perdón del señor. ¿Qué? ...¿qué no vas a la iglesia? ...¿QUÉ? ...¡¿QUÉ ADEMÁS DE GORDO SOS ATEO!?.
Obviando las contradicciones quiero decir que en base a una exhaustiva investigación de contenidos televisivos y publicidades tanto gráficas como animadas, los pensadores de este blog (risas) han llegado a la conclusión de que ser gordo no sólo es un defecto sino que también es un pecado, asi que la próxima vez que vayan a la iglesia a confesarse no olviden remarcar esos kilos que han subido en este último tiempo para poder así recibir el perdón del señor. ¿Qué? ...¿qué no vas a la iglesia? ...¿QUÉ? ...¡¿QUÉ ADEMÁS DE GORDO SOS ATEO!?.
1.5.07
1984 / 2007
Llega mi madre CONSTERNADÍSIMA a casa. “No puede ser” dice, y mientras deja la cartera sobre la mesa, con su mano derecha busca y saca los cigarrillos de su bolsillo izquierdo. Agarra uno, lo lleva a su boca, lo prende y me mira. Entonces se produce un nefasto silencio de aproximadamente cuatro segundos, hasta que finalmente se decide a hablar: parece que Diego se va de la casa de Gran Hermano.
Y bailar, y bailar

La gente que desprestigia la cumbia no tiene idea de la vida. Y eso no lo digo yo, que a propósito jamás podría mentirles, sino que es una afirmación hecha por Freud en su libro "La interpretación de los sueños" página 541 fascículo cuarto tomo 1 editorial Festifalo. Y está bien, sí, Los Palmeras se habrán vendido (? al hacer un tema como “Bombón Asesino” pero, no sé, escucharte “La rueda del cumbión” a veces te salva la vida.
Lucía.
Cuando me senté en las escaleras de la entrada del pabellón II de Ciudad Universitaria y puse a los Beatles en el mp3, me acordé del día en que me fui a la playa sola y me senté a mirar el mar con Lucy in the sky with diamonds de fondo. Y me acordé del perro que me vino a ladrar y a mostrarme los dientes justo en la parte que dice “waaaiting to taaake youu aaawaaaay...”. Y me acordé de cómo me metí al agua en zapatillas para que ese perro desgraciadamente violento se alejara. Y me acordé de cómo no sirvió de nada, porque el tipo no le tenía miedo al agua y se metió atrás mio. Y me acordé de cómo salí del agua y de la bronca que me dió que el perro no me siguiera y se quedara, en cambio, ladrandole a un pedazo de madera que trajo una ola.
dos de dos
No se quien me cae peor, si la gente que vive quejándose de todo, o la gente que vive sobreactuadamente alegre.
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